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Channel: Hetero – Relatos Eroticos
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Peliroja

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Siempre me gustaron las latinas, pieles morenas, brillantes bajo el sol o cuando el calor del sexo les perla piel de sudor. Tonos café, chocolate vuelto carne para comer, morder y chupar.

Y de repente estaba con una pelirroja de pial blanquísima, inmaculada, casi transparente. Mi boca comenzó a devorar ese cuerpo como quien prueba por primera vez una aceituna o el queso gorgonzola, de a poquito, acostumbrando el paladar. Recorrí su cuello, su espalda, sus muslos. Probé de su néctar, me perdí entre sus piernas, sus nalgas, sus pecho, su cabello anaranjado oscuro. Me comí sus labios y le conté las pecas del cuerpo con la punta de mi lengua. Me deleité acariciando con mis manos los contornos de sus caderas, tan blancas, que mis mestizas manos se veían más oscuras que nunca.

Horadé con mis dedos y mi lengua cada rincón de su cuerpo, me deleité cuando levantó sus caderas en un gesto orgásmico y los huesos de su cadera se marcaron en su piel.

Penetré su cuerpo y me distraje viendo la diferencia en el color de nuestra piel. Viendo como las venas de sus muslos se transparentaban de tan blanca que es su piel. Vi como el carmín sasngre se iba apoderando de su cuello y de su cara conforme le subía la excitación.

Cuando me vine sobre su espalda me costó notar el contraste de mi semen sobre su piel.

Una pelirroja flaca, deliciosa, de todo hay que probar en esta vida ¿no?


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